Les Clarisses

Les Clarisses es un edificio histórico construido en el siglo XVII, enclavado en la muralla de Pedro III y ubicado en la plaza de Malla. Una zona rodeada por la riqueza cultural e histórica de la ciudad. Se encuentra en el corazón del casco histórico de Vic. Hasta los años cuarenta fue la antigua casa señorial de Espona y, a posteriori, el convento de Santa Clara.

Los orígenes del edificio se remontan al siglo XVII. Los señores Espona levantaron el edificio poco después de la Guerra de los segadores (1640). A finales del siglo XIX, los Espona se vieron obligados a trasladarse a Barcelona y la casa de la plaza de Malla quedó como residencia de verano hasta el año 1936. Debido a la Guerra Civil Española, los Espona vieron cómo la casa les era incautada y cómo después quedó totalmente afectada. Las monjas Dominicas del convento de Santa Clara que antiguamente vivían en la plaza de Santa Clara de la ciudad de Vic, también vieron cómo su convento e iglesia eran quemados y derribados. El estado del antiguo convento quedó en ruinas total con la entrada de las tropas franquistas en la ciudad en el año 1939. Por este motivo, las monjas dominicas de clausura, se instalaron ese mismo año, de forma provisional, en la casa de los Espona, convirtiendo el edificio en el conocido Convento de Santa Clara. Dos años después, las monjas pudieron comprar la casa y después de vender los terrenos del antiguo convento, situado en la plaza Santa Clara, pudieron realizar unas obras de gran envergadura para mejorar el estado del edificio.

En 2010 se rehabilitó el edificio de arriba abajo pero conservando los elementos de interés y teniendo en cuenta las características de la casa señorial de los Espona. Cuidando la recuperación de los elementos arquitectónicos de la antigua construcción pero adaptando el edificio a los usos, tecnologías y demandas actuales.

El jardín de Les Clarisses está catalogado y forma parte del Patrimonio del centro histórico de Vic. Es uno de los precedentes de los jardines colgantes de Babilonia, antiguamente considerados una de las Siete Maravillas del Mundo, y el único que se mantiene en la Muralla de Vic. Presenta la forma de jardín colgante, sostenido por la muralla de Pedro III, convertida en un muro de contención, y que mantiene la esencia medieval e histórica de la ciudad.